Queridos amigos, os invito a transitar juntos mi blog.

Ven, vagamente,
ven, levemente,
ven solo, solemne, con las manos caídas
a tu lado, ven
y trae los montes lejanos junto a los árboles próximos,
funde en un campo tuyo todos los campos que veo,
haz de la montaña un bloque sólo de tu cuerpo...

(Fernando Pessoa)

28 diciembre 2013

La muerte de los inocentes. Hazversidades Poéticas

http://hazversidadespoeticas.blogspot.com.es/2013/12/la-muerte-de-los-inocentes.html

No sé quién, creo que dijo algo así como: “Bienaventurado aquel que abandona la vida antes de que la vida lo abandone a él”.  También James Joyce en “Los muertos” pone en boca de uno de sus personajes esto: “Mejor pasar audaz al otro mundo en el apogeo de una pasión que marchitarse consumido tristemente por la vida”. Y ya se sabe que los dioses, a aquellos mortales a los que aman más, les otorgan el regalo de la muerte en juventud, sólo para evitarles que el paso de las horas los lleve a traicionarse a sí mismos y a errar de error, no de vagabundear.
En fin, para preservar la juventud de las Hazversidades, también podía haber hecho como Medea con su suegro Esón… o sea, cocerlo… pero me parecía extrema solución.
Mejor resulta decir un hasta pronto y ya está. (Por cierto, aquellos seguidores del blog Hazversidades Poéticas que queráis, podéis migrar al blog www.jaimealejandre.blogspot.com en el que seguiré colgando todo aquello que, teniendo relación con  la poesía, nos blinda a algunos ante las vesanias de la existencia).
En definitiva, las Hazversidades Poéticas, tras treinta  y seis poetas y cuarenta libros; tras cuatro años, todos ellos bisiestos de tan cargados como vinieron de versos, hacen un elegante y callado mutis (perdón por el pleonasmo).
Como el ave de la foto en el lago Awasa en mi último viaje por Etiopía, las Hazversidades se marchan quedas, sin las alharacas de quienes en el reconocimiento ajeno buscan apenas la autoafirmación de sus propias vanidades.
Claro está que nunca hay un solo motivo a la hora de tomar una decisión como esta. No es sólo necesidad de descansar. No es una sola la deslealtad responsable de la extinción de la biodiversidad. No hay un solo egoísmo que sea el culpable de la muerte de algo bello. Es más, aunque en los Idus de marzo el puñal que más dolió a César estaba en las manos de Bruto, lo importante no es que fuera ese el que lo abismó en las tinieblas del no ser, sino que fue el que le permitió dejar una frase imperecedera para la posteridad. Tu quoque…
Travieso incorregible, diría que otra de las virtudes de esta decisión será recomprobar lo que uno ya sabe de antemano a estas bajuras de la vida. Cuántos menesterosos que surcaban elípticas trayectorias de satélite buscando entrar a formar parte de la tripulación Hazversa, a partir de hoy se saldrán por la tangente buscando otras galaxias y se olvidarán de la mucha amistad que de siempre jamás toujours forever and ever me tuvieron para toda la vida y más allá. Amén, Jesús.
Pero más importantes que éstos sois los otros, los auténticos, aquellos que hasta desde Murcia veníais todos los meses a hazversaros. A vosotros sólo puedo deciros una palabra: gracias. Y gracias también a los Hazversos Poetas que compartieron sus líricos desasosiegos y sus versificadas ilusiones con nosotros. Y gracias a Alicia y al Libertad 8 y al Café Comercial que pusieron la materia que convierte los sueños en realidad y dieron la espalda a los bulevares de los sueños rotos.
Dice el dios de los cristianos en el Libro de Job “mi alma está cansada de mi vida”. Desde el punto de vista dramático del asunto no es ese el caso en estas latitudes mías, pero sí que necesito descansar y dedicarme a amigos no Hazversos que me reclaman y a los que tengo un poco dejados de la  mano de Zeus, sumidos en las aguas del olvido del Lete, río del Hades. Amigos (y no tan amigos) como Jaime Reis, Rosario Alejo, Jaime Azcona, Jiménez de Jamuz… a los que ahora quiero prestar algo de atención como a la lluvia. Así que se comprenderá que invoque a Jorge Manrique y confíe en que os deje “harto consuelo” la memoria de las Hazversidades y con serenidad, sabiamente, aceptemos dar “lo no venido por pasado”.
Todo esto no quita que me quede una fosforescencia de melancolía, una indeleble tristeza tanto por aquellos Hazversos que, por el momento, se han quedado en el camino (Sergio Álvarez, Patricia Rojo, José Ramón Trujillo, David Gutiérrez, Antonio Hernández…), como por los parroquianos que no podremos disfrutar, hasta quién sabe cuándo, del regalo, inmerecido siempre, de sus versos. Pero si don Quijote salió incluso una “tercera” vez a desfazer entuertos y envenenarse él mismo de desventura hasta morir cuerdo… tiempo y latitudes habrá para futuras Hazversidades.
Concluyo, porque el siempre certero Pessoa sabía también que “el corazón, si pudiera pensar, se pararía”. Y por eso, el caso es que con cierto desdén por sí mismas, las Hazversidades aproan el rumbo de regreso de esos Ulises que, en la hora de las decepciones, precisan blindar sus recuerdos sin aceptar derrota alguna.
Aunque nada concluye definitivamente. Como ese mismo Ulises, que tras regresar a Ítaca volvió a zarpar hacia Élide apenas por visitar sus boyadas, espero yo, ya desde la primera noche, la de la muerte de los inocentes, una nueva travesía, invocando para el incierto porvenir al poeta Almafuerte que dijo:

No te des por vencido, ni aún vencido,
no te sientas esclavo, ni aún esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y acomete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora;
o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza
necesita del agua, y no la implora...
¡Que muerda y vocifere vengadora,
ya rodando en el polvo, tu cabeza!

Sea.

PS (Banda Sonora para esta entrada: http://vimeo.com/45730685)

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