Queridos amigos, os invito a transitar juntos mi blog.

Ven, vagamente,
ven, levemente,
ven solo, solemne, con las manos caídas
a tu lado, ven
y trae los montes lejanos junto a los árboles próximos,
funde en un campo tuyo todos los campos que veo,
haz de la montaña un bloque sólo de tu cuerpo...

(Fernando Pessoa)

19 enero 2018

Escriversario

Hace 39 años, un 19 de enero de 1979, viernes, cuando yo tenía quince, al llegar a mi cuarto desde el colegio, escuchando una canción de Leonard Cohen, escribí mi primer poema. Poema pésimo y adolescente. Pero iniciático también de quién y cómo quería ser yo en la existencia, escritor. Aquí lo copio pues aún lo conservo junto a la fecha exacta en su trascripción con la Olivetti de mi padre. Desde entonces la palabra escrita ha sido mi patria. Afortunadas han sido y son mis horas por ello.
Uno de los últimos jalones de esa insensatez de la memoria escrita (poema no mejor que aquél, ni menos adolescente, e iniciático también, a su manera) acompaña asimismo estas palabras de mi 39 “escriversario”.
Vayan también dos fotos: una de antes de empezar a escribir versos; la otra, la última que me han tomado, hace tres semanas; ambas llevando “prenda de cabeza”. Entonces por imperativo materno-legal; hoy por los rigores del frío en mi despejado cráneo…
Vivir es un enigma, pero el más bello enigma que hombres o dioses pueden siquiera alcanzar a imaginar.
Seguir viviendo, un regalo que disfrutar detenida, intensa, apasionadamente… Con los ojos asombradamente abiertos cada segundo. Sigo…

         Hoy soy yo por fin yo mismo
con contrato indefinido,
tras años de ser, si es que eso es ser,
a tiempo parcial, hombre.

Me anula el amor
los convenios colectivos
de la miseria y de lo triste,
y descubro la curiosa
ley de la meteorología:
que nube y lluvia son
accidentes atmosféricos y sale
el sol cuando uno quiere.

Aprendo que lo feo,
la palabra “cortijo”, por ejemplo,
no tiene por qué estar
en los versos que me crecen.
Y celebro sin perplejidad
ya la vida que no tiene

límite, sólo horizontes.


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